La competición:
¿Cómo afecta a los pequeños
deportistas?
facebook.com/annale.children Que el deporte produce niveles elevados de estrés está más que comprado. Hanson, en 1976, encontró que la tasa cardiaca de los niños cuando estaban al bate en béisbol era de entre 145-166ppm. Al contrario, la tasa cardiaca mientras estaban defendiendo era de 128ppm. |
Entendemos por estrés, siguiendo a Hans Selye, 1926: "la respuesta
psicológica y/o biológica general del organismo ante cualquier situación
estresante". Es decir, "el desequilibrio sustancial entre la
capacidad de demanda física y/o psicológica, y la capacidad de repuesta en
situaciones de posible fracaso haciéndonos sentir cansados, agotados, agobiados
etc" (McGrath, 1970).
La modalidad de competición
también contribuye al desarrollo físico, emocional e intelectual de los niños y
proporciona experiencias acerca de su capacidad y habilidad, confianza en sí
mismo y estimula la conducta social. De ahí que deba considerarse la
competición en edades tempranas de una manera positiva, teniendo muy presente que el entrenamiento intensificado carece de
justificación fisiológica y educativa, origina tensiones físicas y mentales
extremas, conlleva riesgo psicológica y de desarrollo social, requiriendo unos
niveles de activación por encima de los normales, y si es estresantes puede
repercutir negativamente sobre el rendimiento, provocar retiradas, e incluso
niños con problemas psicológicos.
En iniciación
hay que tener muy claro que el niño debe aprender jugando y disfrutar de lo que
hace, ya que éste vive el deporte, vive su evolución personal y se siente
motivado para seguir adelante. Primero se construyen los pilares y sobre éstos
se va edificando y cautivando al joven deportista. Los padres deben saber que
la influencia que ejercen sobre sus hijos es directa pudiendo ser positiva o
negativa. En caso negativo, lo único que conseguiremos es entorpecer el
crecimiento efectos del niño y confundir sus objetivos deportivos.
Por
todo ello, abogamos por un entrenamiento adecuado basado en la diversidad de
movimiento y preparación física general e integrada antes que la propia
competición que será posterior contribuyendo así a crear ambientes de
entrenamiento adecuados y coherente, resaltando el rol del psicólogo deportivo,
que además de un buen programa de entrenamiento psicológico, buscará que el
deportista tenga un buen control sobre los factores que en un momentos
determinado pueden afectar a su comportamiento como son la importancia del
evento, la incertidumbre, el calor, el frío, el ruido, la oscuridad,
sentimientos, pensamiento, recuerdos y expectativas.
Tomado
de: Efdeportes.com
http://goo.gl/DBKPMe
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dance in your mind